¿Existe algún método efectivo para
lograr la paz y el crecimiento en nuestra sociedad?
Parece que no; al menos no lo hay
entre los procedimientos convencionales o conocidos. No se puede afirmar que un
método nuevo vaya a resultar seguro en tanto que no se aplique y se comprueben
sus resultados. Pero de lo que podemos estar seguros es de que los métodos
adoptados hasta hoy han fallado; cada día hay más violencia, muertes,
destrucción, decadencia, hambre y dolor, lo que me hace pensar que es tiempo de
buscar otras alternativas para enderezar el rumbo que llevamos.
¿Cuál es ese método que se debe
adoptar?
Es una serie de opciones que ayuden
a los individuos a ser conscientes y a estar preparados para realizarse física,
mental y espiritualmente. Es necesario planear una estrategia dinámica y muy
importante de restauración, que vaya dirigida a los individuos y a las familias
en primer lugar. Gobierno y sociedad deben de pensar en esto, en el futuro, en
quienes ocuparán los puestos importantes dentro de cualquier administración,
institución, empresa, organización o asociación; ellos deberán ser personas
preparadas, no sólo académicamente, sino personas con fuertes principios y
valores morales muy sólidos.
El gobierno, obviamente, es quien
debe tomar la determinación, y debe encabezar todo esfuerzo hacia esa meta.
Pero en este grandioso esfuerzo debe de incluirse a organizaciones no
gubernamentales, medios e comunicación, institutos políticos, asociaciones civiles
y religiosas, empresas, clubes altruistas y deportivos, y muchísimas entidades
más.
Existe una gran variedad de
problemas que se deben abatir. Tal vez no terminaríamos de enumerarlos; podemos
destacar problemas materiales como el hambre y el desempleo, pero hay otros que
tienen que ver con la falta de realización como personas; se deben cultivar la
mente y el alma, por eso las ciencias, artes, humanidades, deportes, deben ser
incluidos en todo programa institucional, pero enfatizando en el factor
formativo, ético y social.
Hay muchas personas, desde jóvenes
hasta adultos mayores, que desean fervientemente engrandecer a su sociedad y
tienen la capacidad para cumplir grandes objetivos. Desgraciadamente no existen
los espacios para que todos ellos lleven a cabo su proyecto personal de vida;
debe haber alguien o algo que los guíe, los prepare y los impulse para
lograrlo.
Cuando sea derribado ese egoísmo de
la élite social y política, cuando las prácticas monopólicas del poder
desaparezcan, y cuando se aprenda a detectar capacidades y encauzarlas, nuestra
sociedad va a desplegar todo su potencial, y veremos como el milagro del cambio
sucede tajantemente.
La violencia no se acaba
exterminando a los malos; el hambre y el desempleo existirán mientras la
avaricia predomine; pero estos males pueden desaparecer tomando determinaciones
en busca de la igualdad de oportunidades.
En lo sucesivo, toda forma de
organización debe asumir una responsabilidad al respecto y guiar principalmente
en el aspecto formativo al ser humano. Todo individuo debe aprender a
desarrollarse como ser humano, y de ese modo aportar algo de sí para engrandecer
a su sociedad.
Artículo de David Guillén Almaguer, publicado en la revista Reto, Monterrey, N.L., México, Abril del 2012.